Quiero que mi sangre sea un río de Libertad,
que fluye con los latidos de mi corazón,
creando un movimiento corporal que invade mi ser.
Mis brazos empiezan a expandirse sin encontar límite.
El pensamiento se ha sumergido en la nada.
El presente se ha llenado de vacio.
Y el (in)consciente se atreve a pasear des-nudo,
dejando entre ver La Libertad del Ser.
Sonambulista del momento,
para erupcionar la esencia.
Ahora, sólo me queda...
SER.