La curiosidad le perseguía y ella corría a esconderse para pertenecer al mundo de los simios.
Ésto le produjo tanta fatiga, que decidió detenerse y mirarla de frente.
¿Qué es lo qué quieres?. Le preguntó enfadada.
“Baja las escaleras y lee”
Vive en el silencio,
permítete cambiar,
escucha las vibraciones de tu corazón,
no te conformes,
sé protagonista de tus sueños,
permítete equivocarte no te rindas,
cree en lo invisible
deja entrar a la lo- cura,
no te encadenes a nada...
Y BAILA EL FLUJO DE LA REALIDAD DE FORMA PERENNE
Se quedó pensando y decidió:
romper todas sus creencias,
desatar todas sus cadenas,
y quedarse suspendida en la nada
DESCUBRIENDO
que sus ojos eran las puertas donde el corazón y el mundo se juntaban a charlar,
que su piel se acariciaba con el aire,
que sus pies jugaban con la fuerza de la gravedad
que el presente se unía con la libertad
y que aún le quedaba mucho mundo que explorar.